Herriko Taberna Nabarniz

De 10. Fuimos por indicación de un amigo de Bilbao, que nos recomendó ir a comer allí después de un paseo por el bosque de Oma, y nunca pudo estar más acertado. Sitio tranquilo y familiar donde nos sentimos como en casa. Comimos: - Bonito de Bermeo cocido en ensalada. Delicioso y con una cantidad muy generosa de bonito, tierno y muy jugoso. Hasta los pequeños detalles son importantes: una cebolleta muy tierna y nada fuerte acompañando a la mezcla de lechugas, unas lajas de patata cocida bajo el bonito que estaba en su punto y que le servía de complemento perfecto... Terminamos mojando pan en el exquisito aceite de oliva de la ensalada (soy de Jaén y me sorprendió encontrar un aceite tan bueno y tan lejos de mi tierra). - Alubias con sus sacramentos (chorizo, morcilla, costillas y tocino). Un enorme puchero que mi hijo, que es un gran comilón, no pudo acabar. Alubia tierna con un caldo jugoso y muy sabroso; y unos sacramentos sencillamente exquisitos. - Txuletón con guarnición. Carne jugosa y tierna, en un punto perfecto de parrilla y con una guarnición de patatas y pimientos fritos muy buena. Eramos cuatro personas y con tal abundancia de tan rica comida quedamos totalmente repletos..., pero si los postres estaban a la altura de la comida, quién se resistía a probar alguno de ellos? De los que nos ofrecieron (todos caseros hechos por ellos mismos) nos decidimos por la tarta de chocolate y el sorbete de manzana verde y txacolí. No recuerdo haber comido nunca una tarta de chocolate tan rica, jugosa y con el bizcocho perfecto (cuando quise hacer la foto de los postres ya nos la habíamos comido). El sorbete sencillamente exquisito, con los sabores a manzana y a txacolí perfectamente diferenciados y a la vez integrados. El servicio fue muy atento y en todo momento estuvo pendiente si todo era de nuestro gusto. Y todo ello por un precio muy bueno. Toda esa comida con los postres, una botella de sidra (buenísima), dos botellas de agua, un refresco y cafés y salimos a poco más de 40 euros por persona. Recomiendo a todo el que se mueva por la zona que se acerque hasta esta Herriko Taberna porque se lo agradecerá su estómago y sus sentidos. Como decía al principio, una comida de 10.

Atención excelente; raciones y cazuelitas muy ricas

Menu con dos primeros y dos segundos para no tener dudas, presentación y sabor de 10 en cada plato mi chica no pudo terminar y yo me lo comí, mala idea, pero estaba tan rico, luego me tuve que dar un paseo para bajar la comida. Y 4 horas más que me tiré allí tomando y conversando con la gente del pueblo, brutal el día aquí...

comer hasta hartarse en un menu casero pero exquisito, un paseo posterior es recomendable para bajar la comida

Una auténtica maravilla. Hacía tiempo que no comía una chuleta asi, el pulpo y las croquetas igualmente de primera. 100% recomedable y más teniendo en cuenta el precio.

Comida y pintxos deliciosos, un lugar agradable donde disfrutar de la mejor calidad de un menu con un amplio abanico de productos vascos y comida para todos.